La pedagogía para la vida constituye entonces, nuestro punto de partida en la construcción de una metodología sensible, vinculante, activa y coherente. Denominada así porque brinda herramientas para construir una nueva mirada, crítica y en colectivo, acerca del significado de los roles de género, el influjo de las artes para sanar, el poder femenino en la acción participativa en la sociedad actual y la importancia del autocuidado. Las protagonistas de nuestras acciones son las mujeres sobrevivientes de (VBG).

La pedagogía de la ternura, plantea experiencias significativas, para la reflexión, la creación, la escucha, el disfrute del juego, la expresión, la reparación simbólica y el establecimiento de una cultura de paz desde la infancia.