Autoconocimiento es vivir la naturaleza cíclica
8 julio, 2022TIEMPO DE LECTURA
En esta segunda entrada de nuestro Blog queremos compartir contigo una reflexión sobre la importancia de la lectura, desde la experiencia de una de nuestras articultoras, dentro del proceso de Arte y Literatura para la infancia, Sembrando Sueños.
El afecto y la literatura en Familia
Ana María Hernández
Artista articultora
«De qué sirve que un niño sepa colocar Neptuno en el Universo
si no sabe dónde poner su tristeza o su rabia»
José Maria Toro
En los años que llevo trabajando como promotora de lectura he experimentado que padres y madres acuden con sus hijos e hijas a programas de lectura, escritura y oralidad, con el fin de que mejoren su rendimiento académico en el colegio. Y si, la participación en espacios que estimulen estas áreas mejora su desarrollo cognitivo. Sin embargo, pocas personas notan que el principal beneficio de la lectura consciente, sensible y crítica lo recibe el ser humano de manera integral y no solo su intelecto.
Más allá de un cúmulo de palabras e ilustraciones con las que bombardear las cabezas de las niñas y niños para que sean “buenas” académicamente, un libro puede ser un refugio. Ese lugar único donde reposar en silencio y a la vez escuchar sonidos de nuevos mundos habitados en la imaginación; ese sitio especial para regresar cuantas veces sea necesario; para encontrarse con personajes que evocan a uno mismo o a sus cercanos. Para despertar sentimientos e ideas sobre el mundo real y ficcional y, sentir que no se está solo en esta existencia, a veces, tan difícil de sobrellevar sin compañía. Sobre todo, para ver que es posible conversar con uno mismo, descubrirse a través de un objeto tan transformador y confrontador como lo es el libro.
El comprender la dimensión de lo que puede significar un libro en todos los momentos de la vida, y no solo en la infancia, es una fortuna que se transmite por medio del ejemplo en familia; cuando el padre o la madre más allá de presionar a sus hijos e hijas para que lean, generan tiempo habitual para leer tanto en soledad como en familia, pues no hay mejor fórmula para inculcar la lectura en los niños y niñas que el buen ejemplo.
Sin embargo, en nuestro contexto colombiano, se evidencia que el hábito de la lectura pocas veces se adquiere al interior de la familia y principalmente ocurre por la intención de cultivarlo por cuenta propia; dentro de un contexto frecuentemente adverso o poco propicio por el exceso de estímulos tecnológicos o sin el componente afectivo que implica el leer en familia.
Por esto, es fundamental comprender que no hay mejor manera de crear un hábito que el realizarlo con gusto y amor. Es muy importante tener presente esto a la hora de leer y sobre todo, de seleccionar qué vamos a leer. Pues de la misma manera que cuando se hace mercado, no echamos en el carrito todo lo que está en los estantes, sino que seleccionamos según nuestros gustos y necesidades; y también nos arriesgamos a probar productos nuevos, conscientes de que puede gustarnos mucho, o no gustarnos nada, y esto no va a significar que toda la comida sea desagradable y mucho menos que debamos dejar de comer, comprendemos que es cuestión de explorar más.
De la misma manera, es importante que tanto los niños y niñas, como los padres y madres cultiven su criterio desde la selección de los libros, que se hable con tranquilidad de lo que nos gusta y lo que no, sin temor a ser juzgados; que se indaguen distintas opciones de libros y poco a poco cada uno se conozca más a través de sus propios gustos. Solo así, conociendo lo que nos gusta leer y dándole un espacio a esto en nuestra vida, podremos tener acceso al placer genuino de leer, uno de los tesoros más grandes que puede tener un ser humano para su desarrollo personal y para la vida.
Vivimos en una sociedad que nos exige ser productivos para sobrevivir, y eso condiciona en gran medida nuestro tiempo, actividades e intereses, por eso resulta comprensible el afán por acudir a herramientas que nos hagan brillantemente competitivos, y no vamos a culparnos por eso, ya que todos hacemos parte de ese juego del sistema. Pero sí es muy importante recordar que, antes que seres productivos, somos seres, humanos, sintientes y pensantes, y que nada en nuestra vida va a estar en orden si nuestro propio interior no está en orden. Nunca es tarde para comenzar, y eso es lo más bonito, el libro no discrimina, no juzga, está ahí para siempre, para todos y todas.
De esta manera invitamos a las familias a iniciar la aventura de crear momentos para la lectura y promover los vínculos afectivos y el fortalecimiento de las herramientas de gestión emocional de sus hijas e hijos, incorporando diversos y selectos títulos de las bibliotecas públicas a sus hogares. Y a todas las personas que nos leen, a dar un paso en explorar nuevos temas, géneros y autoras que amplíen su perspectiva, su imaginación, su visión del mundo y el conocimiento de su infinito mundo interior.
Te invitamos a ver algunos ejemplos de actividades en familia a partir de sus espacios de lectura. Visita nuestro soñario y conoce más nuestro proyecto Sembrando Sueños. Visita nuestras redes sociales y conoce otras estrategias para hacer de la lectura una aventura en familia.